La directora de un internado en Suiza, originaria del Reino Unido, donde la cultura del internado es reconocida mundialmente, compartió su opinión sobre por qué Suiza es el lugar perfecto para los estudiantes de internado. Nos explicó las razones de su convicción.
Llegué a Suiza en septiembre de 2016 después de más de 30 años de trabajar en el sistema de internado británico, donde también pasé más de una década como directora en dos escuelas sólo para niñas.
Este último año ha sido un proceso de aprendizaje apasionante y profundo para mí, ya que he llegado a abrazar la tradición del internado en Suiza y a ver cuán excepcionalmente bien situados estamos como país y como sistema.
Me ha sorprendido lo diferente que es en comparación con mis experiencias anteriores ser director de un colegio con internado auténticamente internacional.
He conocido familias con raíces educativas en la tradición del internado británico, y ha sido interesante conocer sus perspectivas y por qué quienes han elegido la ruta suiza lo han hecho.
Todos reconocemos la importancia de la tradición británica de internados y su impacto mundial: en esencia, el énfasis en los valores. Sin embargo, este año he hablado con familias internacionales que están rechazando el Reino Unido al considerar las opciones para la educación de sus hijas. Entre sus observaciones, se encuentra la percepción de que algunos de estos valores fundamentales se están diluyendo.
En defensa de las instituciones a las que me he enorgullecido de servir, señalo que tal vez se trate más bien de un caso de diferentes prioridades impuestas a los internados en el Reino Unido, en particular las restricciones de una mentalidad cada vez más centrada en el cumplimiento de requisitos, sobrecargada por regulaciones y el énfasis en el papel en lugar de en la persona.
Esto ha supuesto desafíos cada vez mayores para estos internados británicos independientes, que también se han enfrentado a un énfasis obligado en la recaudación de fondos y en iniciativas de desarrollo para becas, ya que se espera que se hagan cada vez más accesibles para las familias que no pueden costear esta educación.
Además, el corazón del sistema de internados británico ha sufrido un duro golpe debido al cambio de situación económica de la exprimida clase media que ha sido fundamental para estas escuelas.
En Suiza, me ha animado y alentado la cantidad de internados que he visitado y su énfasis en la familia. Estos colegios pertenecen desde hace generaciones a la misma familia o a personas para quienes la ética familiar es la base de nuestra oferta. Esta ética se basa en la valentía, la curiosidad, la apertura y la honestidad, y es tan crucial para una familia nuclear como para nuestra escuela.
Aunque somos una familia pequeña, nuestra internacionalidad nos permite ser una familia con una mentalidad abierta. Queremos que los estudiantes se comprometan con la responsabilidad social, comprendan las enormes oportunidades que cada uno tiene para marcar la diferencia en el mundo y desarrollen perspectivas globales que les sean útiles en el futuro y les ayuden a alcanzar sus metas.
Nuestro entorno ayuda de muchas maneras.
Cada día, nos despertamos con la vista de las montañas y el lago. Nuestro entorno es hermoso, inspirador y enriquecedor. Ofrece lo mejor de muchos mundos. La naturaleza nos ofrece tanto una paleta de colores como un espacio de juego. Nuestra ubicación nos permite acceder fácilmente a ciudades europeas, donde nuestros estudiantes pueden disfrutar de oportunidades de enriquecimiento cultural. El mundo está a nuestras puertas, a solo tres horas de Milán y a poco más de una hora del aeropuerto de Ginebra.
Ginebra ofrece instituciones inigualables, líderes mundiales en diplomacia, hospitalidad y negocios. Hemos forjado sólidas relaciones con muchas de ellas, que pueden ayudar a nuestros estudiantes a desarrollar sus futuras perspectivas matemáticas y globales.
Si el resto del mundo es fácilmente accesible, Suiza también ofrece a las familias un lugar que brinda seguridad y estabilidad en este mundo cada vez más incierto. Nuestras hijas pueden caminar hasta la ciudad con sus amigas, disfrutar de una deliciosa cena o pasar el tiempo de compras y explorando los atractivos de este paraíso junto al lago.
He dirigido una escuela de 450 alumnos que no podía ofrecer el mismo enriquecimiento que ofrecemos aquí. Este es un país pequeño, pero las oportunidades son significativas. Esto nos permite brindar a todos nuestros estudiantes una educación y un enriquecimiento que se adapta a sus necesidades específicas, ayudándolos a alcanzar sus metas.
Si bien en el Reino Unido el énfasis se ha centrado más en el internado académico, donde se prepara a niños de cuatro años, esto difiere de lo que hacemos nosotros. Tenemos padres de universidades de la Ivy League, cuyas raíces educativas se encuentran en el modelo británico de internado, que ahora optan por enviar a sus hijos a Suiza.
Nos centramos en algo más que en lograr el mejor resultado para la escuela. Se trata de que cada estudiante alcance su máximo potencial.
Los padres conscientes desean ubicar a sus hijas en un ambiente diferente para prepararlas para marcar una diferencia en el mundo, por eso eligen Suiza.
